Para mi Alberto Montt es un genio. Y es que este tipo tiene un humor tan raro, en la mayoría de los casos tan absurdo y tan frecuentemente blasfemo que no puede hacer otra cosa que encantarme. Aunque sé que las actualizaciones de los chistes no son extrictamente en dosis diarias, todos los días reviso con la esperanza de ver algo nuevo. Y cuando por alguna razon paso algunos días sin entrar a internet vuelvo preparado con una gran sonrisa a ver dos, tres o cuatro viñetas suyas acumuladas, como una grata sorpresa. Por algo su link esta de primero en mi lista desde que hice este blog (tampoco es que sea hace tanto). Hay que visitar esa página, y cuando haya tiempo revisar el historial, vale la pena.
A veces sus chistes son muy crueles, y otras veces son muy tontos, o parecen ser tontos, de tan inteligentes que son, siempre jugando con el idioma. Y es que este humor no es para cualquiera, aunque sus chistes siempre tienen unas dos o tres capas o niveles en los que uno se rie. También ilustra, y con un estilo que me parece muy particular, aunque me recuerda muchas ilustraciones que vi cuando niño pero que no termino de recordar donde. En su blog se pueden ver.
Don Alberto, disculpe que me tomé el atrevimiento de poner tres de sus obras por acá, y para colmo sin su permiso. Pero es que no puedo hablar de ese delicioso humor sin siquiera dar una probadita. Y la verdad, me costó muchísimo escoger solo tres, pero tuve que hacerlo, porque no hay que abusar.
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