Pobre Nicho, no entiende, lo mandan a reparar zapatos, lo acusan de traidor, le hacen huelga los churequeros y lo amenazan de muerte, y ahi sigue el,
jodiendo como siempre. Francamente. Y a los periodistas, que les encanta jocharlo...
Hombré Nichó, ya parala, ya no da gracia
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