2008/08/21

Partero de Gatos

En el piso de la cocina había dos montoncitos de aserrín, y otro más justo en la entrada del patio. Mi mama sofocada empieza con el discurso de "no aguanto a estos animales, no puedo estar limpiando porquerías si yo vengo cansada del trabajo, un dia de estos..." y automáticamente me imagino que el perro (viejo, ciego y garrapatoso) vomitó por parásitos o alguna chochada que le hizo daño. ¿Y eso? le pregunto, y para mi sorpresa me dice "tu bendita gata, que anda pariendo muertos a los gatos", no lo esperaba si no hasta dentro de una semana más por lo menos.

La gata de la cola quebrada apareció un buen día, nadie supo de dónde, y se quedó rondando aunque mi mama la espantara porque mi esposa y yo siempre le dejabamos alguna cosa de comer, pero no se dejaba tocar de nadie. Es bastante joven y chiquita, y cuando entró en celo (todas las gatas nacen putas) llegue incluso a creer que no saldria embarazada por su corta edad y tamaño, pero la panza creció y fue un mediodia que llegue buscando el almuerzo que me encontré con la noticia.

- Es una cochona esa gata - continua mi mama - mirala que no puede parir, ahi dejo esos tres muertos y anda uno todavía guindado.

Me salí al patio a buscarla y efectivamente se veia el cuerpecito del gatito colgando inmóvil con la cabeza aún dentro, y la gata tratando de hacer un hoyo al lado del palo de limón. La agarré sin mucha dificultad porque con el embarazo se le quitó lo arisca y revise el cuerpecito viscoso que no terminaba de salir. Al apretarlo un poco lo sentí moverse y del susto casi se me va la parturienta, pero a como pude la acosté ahi mismo y con mucho cuidado lo saqué agarrándolo con toda la mano mientras jalaba y con la otra le apretaba un poco la panza a la gata que se quejaba, y detrás de él se vino un pedazo de carne parecido a las víceras que venden en el mercado a 4 pesos la libra para darle a los perros.

El gatito blanco con manchitas negras estaba envuelto en una bolsa de pellejo transpartente y no se movía. Con los dedos rompi la bolsa que seguía pegada a la placenta y le enjuagué la cara con un poco de agua para quitarle toda la viscosidad que no lo dejaba respirar y la tierra de cuando estuvo colgando. Le abri la boca y soplé sin muchas esperanzas (pero no fue boca a boca) y me quede maravillado cuando empezó a respirar, moviendo las patitas con dificultad y dejando salir un intento de maullido lastimero.



"Lo salvaste" volvi a escuchar la voz de mi mama que, como siempre a regañadientes, había venido en mi ayuda. "Miralo que bonito, y los otros eran más bonitos" me dice maravillada, y fuimos a meterlo en una gaveta del mueble de la cocina a donde llegó la nueva mama despues de comerse la placenta a lamerlo y amamantarlo. Ya va a cumplir dos semanas y está en mi cocina, justo ayer abrió los ojos. Ahora solo queda ponerle nombre.

4 comentarios:

Israeru dijo...

Felicidades por tu nuevo gatito.

Anónimo dijo...

Hubiera preferido no leer esto, primero acabo de desayunar y tengo una imaginacion muy RAPIDA voy creando mi propia imagen de las cosas en el momento en q la leo o me la cuentan, y segundo me dan asco los gatos desde un dia q se metio(por la ventana) una gata(de la calle) a mi cuarto y pario en medio de todo me dejo el cuarto sucio y hediondo no se todo estaba lleno de sangre asi q desde entonces les tengo tema a los gatos, sorry dont like them!!!

Anónimo dijo...

Pero felicidades porq le salvastes la vida al gato (aunq no me gusten) ;)

Anónimo dijo...

me lo regalas?