
Para repeler a estos insectos lo más efectivo es el humo, y como yo no fumo, pues me toca improvisar con una técnica que me enseñó mi amigo Uriel. Solo hay que tomar un pedazo largo de papel higienico y enrollarlo en una tirita.

Si queda bien enrollado al encender la punta apagamos la llama y la brasa durará por un buen par de horas, dependiendo del largo de la tira. Yo hago una que llega desde mi escritorio hasta casi tocar el suelo y me rinde bastante. El humo no es tan molesto como el de un cigarro pero puede ser un poco incómodo. La proxima semana no se me olvidan mis espirales.
